La agresividad en los niños y niñas es una gran preocupación para muchas familias y docentes. Hay muchos factores que aumentan la agresividad, y con el fin de controlar un comportamiento tan extremo, es necesario saber cuáles son esos factores, y manejarlos adecuadamente.
La agresividad es una respuesta normal a una emoción de ira y de frustración. Forma parte del bagaje emocional con el que nacemos las personas. En cierto sentido es una conducta adaptativa y necesaria, tanto la emoción como la conducta deben ser vividas por el niño y/o niña para su aprendizaje y desarrollo. El problema surge cuando los pequeños y pequeñas convierten esta respuesta en un hábito. Por eso es fundamental en primer lugar que los pequeños aprendan a manejar sus sentimientos negativos, que sepan auto controlarse y manejar la ira y la frustración y en segundo lugar debemos prestar atención a que esta conducta no se generalice.
En la pagina de baby center nos aconsejan que hacer con la agresividad de los niños/as:
- Actúa de inmediato. No esperes a que le pegue por tercera vez. La idea es que empiece a asociar su comportamiento a la consecuencia.
- Responde con consecuencias lógicas.
- Mantén la calma. Si le gritas, le pegas o le dices que es un niño malo o una niña mala, en lugar de frenar su comportamiento, lo único que lograrás es enfadarlo más y darle más ejemplos de cómo ser agresivo.
- Disciplínalo con constancia. Siempre que sea posible, responde a cada episodio de agresividad de la misma forma que lo hiciste la última vez. Recuerda que tienes que mantener la calma y reaccionar de manera constante .
- Enséñale alternativas. Espera a que esté más calmado/a, y háblale tranquilamente sobre lo que acaba de ocurrir. Pídele que te cuente qué pasó. Explícale que es natural que se enfade, pero no está bien que lo demuestre pegando, pateando o mordiendo. Anímalo/animala a encontrar una mejor manera de responder a sus sentimientos.
- Enséñale a pedir disculpas. Asegúrate que entienda que tiene que pedir perdón tras haberle hecho daño a alguien.
- Recompénsalo/a por su buen comportamiento. En lugar de darle tu atención solo cuando se comporte mal, procura alabarlo cuando se este comportando bien.
- Limita su tiempo frente a la televisión. Selecciona de antemano los programas que le permitas ver, y cuando le dejes verlos, siéntate a su lado y haz comentarios sobre las situaciones que se presenten: «Ese niño tenía que haber pedido prestado el balón en lugar de quitárselo al otro de las manos, ¿no crees?».
- Proporciónale mucha actividad física. Permítele que corra, salte, haga volteretas o juegue a la pelota. Procura que estas actividades sean al aire libre, para que pueda gastar un poco de toda esa energía.
- No temas buscar ayuda. Si tu hijo o hija se comportan de manera agresiva la mayor parte del tiempo podemos hablar con el/la pediatra que nos oriente y si es necesario nos derive a un psicólogo/a infantil.