La Frecuencia Cardíaca, o a cuántas pulsaciones por minuto late nuestro corazón, es un buen indicador de la cantidad de trabajo que está teniendo que hacer nuestro corazón en una situación dada (por ejemplo en el reposo o en el ejercicio). Precisamente por eso, porque nos dice cómo de relajado o cómo de duro está trabajando nuestro corazón, es importante medirla; y en el vídeo de hoy te presentamos cuatro maneras distintas de hacerlo en tu propia casa:
Piensa que cada pequeña actividad representa un desafío a nuestro corazón y al sistema cardiovascular que deberá ajustar el esfuerzo y responder de una manera coordinada (aumentando la Frecuencia Cardíaca entre otras medidas) para asegurar que todos los músculos que estén trabajando reciban suficiente sangre y aun así mantener el aporte sanguíneo a los órganos vitales. En un individuo medio, la Frecuencia Cardíaca reposo típicamente varía entre 60-80 latidos por minuto (aunque puede bajar hasta las 40 en deportistas entrenados y subir hasta las 100 en individuos sedentarios y muy descondicionados) aunque ante una situación estresante o tensa, como justo antes del ejercicio, la Frecuencia Cardíaca normalmente sube por encima de los niveles de reposo en una respuesta anticipatoria.
En el vídeo de hoy te presentamos 4 maneras diferentes de medir tu Frecuencia Cardíaca.
1 – Manualmente mediante la palpación en muñeca, pecho o cuello, y contando el tiempo transcurrido en el reloj.
2 – Mediante el uso de un pulsómetro ( nosotros hoy usamos un transmisor Polar H7 bluetooth conectado al Polar Team en un Ipad mini 2)
Síguenos la semana que viene para descubrir los que pasa con la Frecuencia Cardíaca cuando nos movemos y hacemos ejercicio y las famosas Zonas de Entrenamiento.